Aunque el refrán sea "De Higos a Brevas" no es nuestro caso, porque esta mañana temprano hemos recogido estas brevas y en un par de meses o menos... a por los dulces higos!
Teníamos tantas ganas de probarlas... el año pasado no pudo ser porque nuestra vieja y querida higuera estuvo enferma, pero tras un largo tratamiento y los cuidados de Pepe finalmente se ha curado y este año nos regala estas enormes y deliciosas brevas.
¿Queréis probarlas? estáis invitados, ¡hay muchas! y podréis experimentar la alegría de levantaos por la mañana y antes de desayunar coger y comerlas directamente del árbol, están fresquitas de toda la noche!
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